El lado oscuro de la luna: Stanley Kubrick

Botto Cayo > Documentales > El lado oscuro de la luna: Stanley Kubrick

El lado oscuro de la luna: Stanley Kubrick

Título alternativo: El lado oscuro de la Luna
Título original: Opération Lune (francés), Dark side of the
moon (inglés)
País: Francia
Año: 2002
Duración: 52 minutos
Género: Docu-ficción
Realización: William Karel;
Coproducción: Point du Jour, ARTE France

Basándose en imágenes de archivo reales sacadas de contexto, y mezclando hábilmente datos verdaderos y falsos, el documental analiza en clave paródica la posibilidad de que Richard Nixon, presidente de Estados Unidos en 1969, hubiese urdido una compleja trama para hacer creer a todo el mundo que la nave tripulada Apollo 11 había aterrizado en la Luna. El argumento del programa se hace creíble en un principio, ciertamente respaldado por la credibilidad de la productora, ARTE France, y el aspecto de documental bien realizado que ofrece. Además, cuenta con los testimonios de, entre otros, Donald Rumsfeld, ex-secretario de Defensa de Estados Unidos; Henry Kissinger, ex-secretario de Estado de EEUU; Richard Helms, ex-director de la CIA; la viuda de Stanley Kubrick, cineasta que presuntamente habría rodado las “falsas” tomas lunares; el astronauta Edwin Aldrin, su mujer y otros trabajadores de la NASA.
Todas estas personas al parecer no eran conscientes de la naturaleza del documental, y sus testimonios están sacados de contexto, como admite el director, William Karel, en la entrevista que reproducimos más abajo. El resto es sólo parte de un guión inventado, como queda claro al final del documental, momento en el que se ofrecen las tomas falsas de los participantes, en las que se les ve leyendo el guión previsto, riendo y equivocándose.

Las alusiones al presunto rodaje lunar de Kubrick, que por entonces acababa de realizar la magnífica película 2001: una odisea espacial (que, a pesar de contar con los mejores efectos especiales jamás vistos para la época, tiene evidentes fallos hasta para el ojo más inexperto), son meras invenciones. En el comienzo no parece tan obvio, pero a lo largo del documental hay pasajes ridículos en los que es fácil darse cuenta de que no pretende ser un programa serio (por ejemplo, en las escenas del poblado vietnamita, o cuando se afirma que las naves y los trajes espaciales fueron diseñados por la industria de Hollywood, o que Kubrick no salía de su casa por miedo a la CIA y que rodó sus últimas películas allí, etc.). Además, por si quedara alguna duda, como guiño a los cinéfilos, algunos de los personajes que van desfilando por la pantalla tienen en realidad nombres de protagonistas de películas de Kubrick: David Bowman (2001: una odisea espacial), Jack Torrance (El resplandor), Dimitri Muffley (el presidente estadounidense Merkin Muffley y su homólogo soviético Dimitri en ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú). De hecho, el documental ha sido emitido en varios países durante el Día de los inocentes.
Los argumentos mostrados como “prueba” del montaje en el documental, que muestra lo fácil que puede resultar engañar a un público crédulo y sugestionado, están sacados directamente de la teoría de la conspiración, pero son ridículos si se analizan con detenimiento